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Miguel Sofía: un delito de desaparición y dos homicidios especialmente agravados


Luego de una década prófugo de la justicia ayer detuvieron en Montevideo al empresario y militante del Partido Colorado Miguel Sofía Abeleira. En 2009 el entonces fiscal penal de Primer Turno Ricardo Percibale había pedido su procesamiento como autor “de un delito de asociación para delinquir en concurrencia fuera de la reiteración con un delito de Desaparición Forzada y dos delitos de Homicidio muy especialmente agravados”. Sofía participó en el secuestro y la desaparición de Héctor Castagneto da Rosa ocurrida el 17 de agosto de 1971 y en los asesinatos de Manuel Ramos Filippini, el 31 de julio de 1971, y de Ibero Gutiérrez Ruiz, el 28 de febrero de 1972.


         La existencia del Escuadrón fue revelada por Nelson Bardecio en 1972 cuando fue secuestrado por el Movimiento de Liberación Nacional (MLN) y confirmada luego por otras denuncias y documentos. En el procesamiento de Bardecio y Pedro Walter Freitas como coautores del homicidio muy especialmente agravado de Castagneto, la jueza Graciela Eustachio sostuvo que había abundante prueba documental para confirmar la existencia del Escuadrón: “Que en nuestro país en la década de 1970, existían grupos parapoliciales y paramilitares (DAN, JUP, CCT, entre otros) que actuaban clandestinamente y en forma sistemática efectuaban atentados, privaciones de libertad, torturas y homicidios, amparados por el gobierno de esa época. Esos grupos tenían por objeto la represión del movimiento de liberación nacional tupamaro (MLNT) y actuaban sin riesgo alguno para sus integrantes, teniendo a su disposición todos los medios del Estado (armas, explosivos, vehículos, personal, etc)”


         Respecto de los delitos que se le imputan a Sofía está la desaparición de Castagneto, secuestrado en la calle cuando iba a entregar unos discos que había vendido en la zona de Malvín.  Se sabe que lo asesinaron pero el cuerpo nunca apareció. El cadáver de Ramos Filippini fue encontrado en las rocas de la playa Pocitos detrás del parador Kibon. Tenía numerosos impactos de bala y los dos brazos quebrados. Junto al cuerpo había volantes del “Comando Caza Tupamaros, Oscar Burgueño”. A Ibero Gutiérrez lo secuestraron probablemente en la calle. El cuerpo apareció al día siguiente en camino de las Tropas y camino Melilla. Tenía 13 balazos. “Vos también pediste perdón. Bala por bala. Muerte por muerte. Comando Caza Tupamaros”, decía el cartel que los asesinos dejaron al lado del cuerpo.


         El  Observatorio Luz Ibarburu advierte, que si bien la detención de Sofía abre la posibilidad a que la justicia investigue más sobre el funcionamiento del Escuadrón de la Muerte  así como sobre las complicidades que hicieron posible su fuga y las entradas y salidas del país durante la década que estuvo prófugo, también pondrá a prueba la eficacia del sistema judicial para neutralizar las estrategias dilatorias que sin duda se desarrollaran para que continúe operando la impunidad.


Observatorio Luz Ibarburu.